Nunca antes me habían retado así!

Desde pequeña me llamaron la atención los números, fueron de mis materias favoritas: matemáticas, aritmética, algebra, hasta di clases a niños de 8°, y en la universidad creo que era de las pocas a la cuál le encantaba la materia de “Cálculo Estructural” y uno puede “presumir” lo que sabe, pero llega el día en el que te dás cuenta que no importa cuánto sepás siempre, SIEMPRE podés aprender y a veces es gracioso porque se aprende de lo más pequeño, de lo más sencillo.

Creo que la mayoría saben que con mi familia tenemos una panadería, y desde pequeña antes de tener el “negocio propio” mis padres estuvieron a cargo de una panadería pero sólo en sala de ventas, creo que yo era “meque” en ese aspecto y quería ayudar, tenía apenas ocho años cuando me propuse aprenderme tooooodos los precios del pan .

Yo decía que “Trabajaba” por lo menos un par de horas en el día, y atendía a las personas y nunca dejé que me ayudaran con las cuentas, mi mente siempre estaba sumando o multiplicando, pero de repente habían personas que no confiaban en mis cuentas (más que todo las señoras) y le pedía a mi mami que les hicieran la cuenta, por mi parte me mantenía al lado de mi madre escuchando lo que iba sumando y cuando les daba el total, y sumaba la cantidad que yo les había dicho antes me les quedaba viendo hacia arriba (Imagino, porque estaba pequeña) con cara de “JÁ! Tenía razón” lo cual hasta el momento me causa gracia cada vez que lo recuerdo.

E l punto es que el día de hoy viene a la panadería un joven vestido como que iba para una fiesta y me pidió algunas piezas de pan, cuando terminé de atenderlo y le dije la suma él me dijo lo mismo al mismo tiempo, de repente me dice “A ver, cuánto sería si yo quiero 17 panes de $0.17" primero mi reacción fue de reirme porque vi que era una pregunta para probar mi capacidad numérica, ¬_¬ , bueno empecé a sumar y multiplicar a viva voz, y me dice “No! Ya se tardó mucho” y yo en mi mente O_O Qué le pasa?!?! Jajajaa!

Me dice “mire yo me puedo esa tabla, la del 17, bueno me puedo hasta la 30” me entró la duda y le pregunté ¿Dónde trabaja? A lo que él dijo “En un casino” y yo ahhhhh, es que ahí nos enseñan y la del 17 es de las más difíciles cuando uno la aprende.

Yo en mi mente mmmm siempre me he ido por multiplicar y sumar en cantidades redondas de 10 en 10, de 5 en 5, luego sumo las restantes y así, pero nunca había pensado en aprenderme las tablas de multiplicar hasta cierto número.

¿Me las voy a aprender? Naaaah!!! Jajaja seguiré sumando y multiplicando a mi manera, aunque sería bueno también! Para ejercitar un poco las neuronas, pero esta noche me dí cuenta que no importa qué tanto sabés de un tema en específico, sino cómo lo podés aplicar a la vida diaria, él por su trabajo le exigen que tiene que aprenderse las tablas hasta cierto número, y es lo más factible quizás.

La lección: debemos de optar por lo que nos salga más viable a la hora de desempeñar una labor………

……….aunque me siento retada U_U me aprenderé las tablas hasta el 75 y le voy a preguntar a él ¿cuánto es 68 x 7? jajajajaaa xD, ahhhh ya se pusieron a multiplicar en su mente verdad??? jaja!!

y a ti, ¿cómo quieres que te recuerden?


A lo largo de mi vida he sufrido pérdidas de personas a las cuáles he amado mucho, por ejemplo mis abuelos uno de mis mejores primos, amigos y conocidos, pero quisiera enfocarme en la manera en la que uno recuerda a las personas y cómo queremos que nos recuerden.

Cuando alguien que es conocido mundialmente fallece lamentamos su pérdida ya sean músicos que admiramos, excelentes atletas que nos motivan, personas las cuáles han hecho algo por la humanidad o como lo que sucedió esta semana que falleció Steve Jobs y que ha dejado un legado con sus aportes a la tecnología; sin duda a la vuelta de unos años dentro de la historia su nombre figurará como importante, al igual que algunos científicos o pintores que admiramos como Miguel Ángel con todas sus obras, pero ¿Qué es lo que hicieron estas personas para dejar un recuerdo entre los que quedamos vivos?

Será que se preocuparon desde un principio por hacerse notar o simplemente por alguna casualidad llegaron a lograr una fama que obtuvieron y ha ido más allá de su muerte.

Creo que se dieron a la labor por esforzarse, por salir del promedio, o talvez de la mediocridad en la que se puede vivir, o como bien dicen “sin esfuerzos no hay recompensas” si nos ponemos una meta la podemos lograr, todo depende de lo que soñemos y el empeño que le pongamos.

Hace poco falleció uno de mis vecinos un señor muy respetado por todos y es más, por mi hermano porque fue él quien le enseñó a jugar fútbol; cualquiera podría decir, en aquel entonces cuando se llevaba a niños entre 5 y 8 años a la cancha todas las tardes, “ahhhh no es muy importante lo que hace”, pero mi hermano siempre le tuvo un respeto porque fue su “profe” cuando estaba pequeño y es que tenerle paciencia a todos esos niños tremendos se me hace que no ha de haber sido fácil, pero él en su deseo por enseñarles un buen hábito como lo es el hacer deporte, no me queda duda que marcó la vida de todos esos pequeños.

En mi caso no puedo decir: he hecho esto, he hecho aquello y si muero hoy me recordarán para toda la vida, pero de algo estoy segura a veces no es necesario hacer grandes cosas para sentir satisfacción de haberle enseñado algo a alguien o haber hecho algo para que la vida de esta persona cambiara.

Cuando daba clases a mis niños en Lourdes un domingo uno de ellos aceptó a Jesús como su salvador, créanme mi alegría fue enorme!!!!! Yo sé que él talvez no se acuerde de su maestra de iglesia infantil quien le guió en una oración, pero de lo que si estoy segura, porque sé que Dios lo va a cumplir, es que ese niño va a ser diferente y en mi corazón anhelo que algún día él también logre algo así. No es un orgullo propio es una alegría inmensa la que me abarca al recordar.

O cuando de repente alguien me dice “Hey Caro yo también quiero ir a correr con vos” eso me alegra! Por el simple hecho de estar motivando a alguien, sea lo que sea.

No digo que he dejado una gran huella en muchos hasta el momento, pero cada día puedo intentar por lo menos dibujar una sonrisa en el rostro de alguien y sentirme feliz de haber hecho algo por esa persona.

A veces caemos en el conformismo y esto nos arrastra a desviarnos de nuestros objetivos, nuestros sueños, lo que talvez un día nos planteamos que queríamos lograr y hasta el momento no lo hemos hecho.

Pues te animo, y de paso me quiero animar para que cada día cada paso que demos y hacia donde lo demos sea firme, sé que con Dios con nosotros todo es posible y qué mejor que animando también a otros para que al final cuando ya no estemos nos recuerden por los buenos momentos que pasamos pero también porque los inspiramos de una u otra forma, y quiero terminar con una pregunta para que nos la hagamos a diario

¿Qué estamos haciendo para dejar una huella entre los que vivimos?